-¿Moscas?
-No, el silencio.
-Ah, el molesto silencio.
-Las molestas sensaciones, punto.
-Ugh, me estás molestando a mí también.
-¡Bien, a todos les compartiré mis molestias, a ver si así se vuelven más ligeras!
-No vayas a llorar.
-Como no estoy llorando en la realidad, entonces quien debería estar llorando eres tú.
-Yo tampoco estoy llorando.
-Por supuesto. Digamos que ambas somos el cerebro, y lo que llora es el corazón.
-Que cursi.
-¡Pues el llanto solo aparece imaginado en el pecho, no en todo el cuerpo, así que llora el corazón y punto!
-Deja de gritar.
-No quiero, no quiero, todo está desapareciendo.
-El tiempo y la música.
-Ni siquiera me di cuenta cuando acabo la canción, siento que el tiempo se escurre entre mis oídos.
-Otra vez con tus oídos.
-Son las estúpidas imágenes que me llegan a la cabeza, ¿okey?
-Hey, no seas grosera.
-Lo soy y punto, digo lo primero que llega a mi cabeza.
-Por eso yo también digo tonterías.
-¿Pues que creías? Si no lo haces la conversación se acaba.
-¿Todavía no estás bien?
-Estaré mejor, pero todavía pesa, pesa, pesa.
-¡No vomites!
-Mi garganta tiene mucho que decir, la energía molesta tarda en llegar a las manos.
-¿Por que todo lo relacionas con tu cuerpo?
-¿Y que otra clase de imágenes se supone que les debo dar?
-Es cierto, las metáforas nunca han sido lo tuya.
-Soy patética haciendo metáforas.
-Cualquiera lo sabe, tus escritos queda secas por eso mismo.
-¡No me recuerdes mis escritos en este momento! Quiero escribir pero no puedo escribir porque simplemente me siento trabada.
-Trabada, trabada, como si fueras una máquina.
-¡Sería más simple ser una máquina! Mucho más simple. Digo que quiero escribir, pero no puedo pensar en la historia que me ayude a desahogar en estos sentimientos que a una la trauman, y luego los pensamientos sobre las otras personas se entrometen y vuelvo a frenarme yo solita. No es bonito, no es bonito, no es bonito...
-Te digo que no vomites.
-La imagen no fue bonita, no escribiré nada de lo que pensé.
-Bueno, al parecer ahora controlar más tus pensamientos.
-Tal vez un poco más, pero esto puede seguirse alargando y alargando.
-No planees la conversación, eso no es bonito.
-Ya lo sé, ya lo sé, pero es que mi cabeza vuelve a estar hiperactiva.
-Cálmate, cálmate yo también estoy siendo afectada.
-Esto no es bonito, no es bonito, no es bonito.
-Se hizo más grande la lluvia.
-Se hizo más grande, dios, no, ay, quiero que pare.
-Ya no llueve solo en el corazón.
-Duele, pesa mucho, pesa.
-Eres una idiota.
-¡Ya sé que soy idiota!
-Ay, ¿por qué estaba lloviendo?
-Ni siquiera lo recuerdo.
-No lo recordamos. Quiero que pare, quiero que pare.
-Detente, eso no hará que pare.
-Tal vez tengamos que salir.
-Ya estamos mejor, tal vez.
-Ah, tal vez, si no, buscaremos algo con que desahogarnos.
-Probablemente no debamos hacer nada de escribir y eso, solo nos pondría peor.
-Es cierto, hay que distraernos, ¿salir de la compu?
-Tal vez.
-Lo decidiremos fuera de aquí.
-Vayámonos.
-Bye.
-No, el silencio.
-Ah, el molesto silencio.
-Las molestas sensaciones, punto.
-Ugh, me estás molestando a mí también.
-¡Bien, a todos les compartiré mis molestias, a ver si así se vuelven más ligeras!
-No vayas a llorar.
-Como no estoy llorando en la realidad, entonces quien debería estar llorando eres tú.
-Yo tampoco estoy llorando.
-Por supuesto. Digamos que ambas somos el cerebro, y lo que llora es el corazón.
-Que cursi.
-¡Pues el llanto solo aparece imaginado en el pecho, no en todo el cuerpo, así que llora el corazón y punto!
-Deja de gritar.
-No quiero, no quiero, todo está desapareciendo.
-El tiempo y la música.
-Ni siquiera me di cuenta cuando acabo la canción, siento que el tiempo se escurre entre mis oídos.
-Otra vez con tus oídos.
-Son las estúpidas imágenes que me llegan a la cabeza, ¿okey?
-Hey, no seas grosera.
-Lo soy y punto, digo lo primero que llega a mi cabeza.
-Por eso yo también digo tonterías.
-¿Pues que creías? Si no lo haces la conversación se acaba.
-¿Todavía no estás bien?
-Estaré mejor, pero todavía pesa, pesa, pesa.
-¡No vomites!
-Mi garganta tiene mucho que decir, la energía molesta tarda en llegar a las manos.
-¿Por que todo lo relacionas con tu cuerpo?
-¿Y que otra clase de imágenes se supone que les debo dar?
-Es cierto, las metáforas nunca han sido lo tuya.
-Soy patética haciendo metáforas.
-Cualquiera lo sabe, tus escritos queda secas por eso mismo.
-¡No me recuerdes mis escritos en este momento! Quiero escribir pero no puedo escribir porque simplemente me siento trabada.
-Trabada, trabada, como si fueras una máquina.
-¡Sería más simple ser una máquina! Mucho más simple. Digo que quiero escribir, pero no puedo pensar en la historia que me ayude a desahogar en estos sentimientos que a una la trauman, y luego los pensamientos sobre las otras personas se entrometen y vuelvo a frenarme yo solita. No es bonito, no es bonito, no es bonito...
-Te digo que no vomites.
-La imagen no fue bonita, no escribiré nada de lo que pensé.
-Bueno, al parecer ahora controlar más tus pensamientos.
-Tal vez un poco más, pero esto puede seguirse alargando y alargando.
-No planees la conversación, eso no es bonito.
-Ya lo sé, ya lo sé, pero es que mi cabeza vuelve a estar hiperactiva.
-Cálmate, cálmate yo también estoy siendo afectada.
-Esto no es bonito, no es bonito, no es bonito.
-Se hizo más grande la lluvia.
-Se hizo más grande, dios, no, ay, quiero que pare.
-Ya no llueve solo en el corazón.
-Duele, pesa mucho, pesa.
-Eres una idiota.
-¡Ya sé que soy idiota!
-Ay, ¿por qué estaba lloviendo?
-Ni siquiera lo recuerdo.
-No lo recordamos. Quiero que pare, quiero que pare.
-Detente, eso no hará que pare.
-Tal vez tengamos que salir.
-Ya estamos mejor, tal vez.
-Ah, tal vez, si no, buscaremos algo con que desahogarnos.
-Probablemente no debamos hacer nada de escribir y eso, solo nos pondría peor.
-Es cierto, hay que distraernos, ¿salir de la compu?
-Tal vez.
-Lo decidiremos fuera de aquí.
-Vayámonos.
-Bye.
1 comentario:
Escribir lo que te pesa, separa las ideas, ayuda a ordenar la cabeza, a sanar el corazón.
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