Mi entrada de hace unos días sacó varios comentarios, de ustedes mis lecturas y mi mamá, que hasta se me había olvidado que leí mi blog. Pero esta bien así, realmente hace mucho que no escribía de mí, y desde que entré a la preparatoria han pasado tantas cosas, tengo tanto de que hablar... pero primero debemos continuar con el tema de mi hermano.
Mi hermano es una de las cosas que forman el centro de corazón y mi vida, nunca he deseado no tenerlo, porque es justo como el título. Mi hermano puede tratarme bien, pero cuando menos me lo espero me apuñala por la espalda y me hiere. No necesita más que una frase o una acción.
Pero lo sigo queriendo, a pesar de todo. Soy alguien que no olvida cosas como los sentimientos. Si me hirió o me consolo, es algo que se queda aquí por siempre. Por eso nunca etiqueto a la gente, porque hace muchas cosas y yo no puedo ignorarlas. Sonreír es una acción buena, reír es una acción buena, algo de bueno ha de tener esa persona, así de simple. Pero también ha hecho algo malo, aunque esto puede ser una impresión y no sepa describirlo, pero tiene algo malo y punto.
Y como debe ser, deseo recordar lo bueno y lo malo que se disipe de mis recuerdos, pero la impresión se quede, y entonces, no puedo dejar de quererlo aunque me cause dolor.
No existe odio sin que exista el amor, porque cuando este es herido es el odio lo que sale de su interior.
Mi mamá me recordó lo cercanos que éramos, él y yo, tanto que no podía ponernos en habitaciones separados. No es como que nos negaramos, sino que simplemente terminabamos en el cuarto del otro. La mayoría de nuestra vida la hemos pasado en el mismo cuarto, tal vez cinco años separados, y eso que no han sido seguidos. La primera vez que tuvimos cuartos propios hubo veces en que mi hermano se vino a mi cuarto a dormir.
No quiero pensar que me quiere, porque eso es todavía más doloroso. Una alegría más que causa dolor...
Mi mamá me dijo muchas cosas, y algunas están incluidas en lo que ya dije, y yo quiero contarles otras tantas.
En serio jugabamos mucho juntos. Yo tenía un carrito de Barbie rojo que termino sin asientos y sin el volante, creo, totalmente vacío por dentro y con solo la estructura. No recuerdo de que tazos eran, creo que incluían pokemón y mucha lucha, y nos pusimos a jugar con ellos como si su casa fuera el auto puesto de costado, y mis Bratz o mis Barbies eran sus madres. Eso en cuartos diferentes, y cuando nos volvieron a poner en el mismo cuarto, como tenemos literas y estas estaban colocadas de manera que una estaba en horizontal y otra vertical, así que colgabamos una sábana para que se formara una montaña para el paisaje, y el con sus max steel y yo con mis bratz, que las rescataban, que luchaban, que bla bla bla. Y con mi prima también jugabamos con una casita de acampar de barbie que yo tenía, en el patio de mi abuelita a la tienda de pasteles, con un caballito de plastico como el mostrador, o en el espacio que había debajo de las escaleras, también por ahí había una mesa, así que poniamos los cojines y sabanas y creabamos el refugio de los cuatro, para escondernos cuando llegaba nuestro tío que siempre nos pegaba con su periodico.
La niñez es preciosa, por supuesto, pero todo se acabo hace años. Y cuando yo comence a cambiar antes que mi hermano eso le dolió. Lo sé. Yo ya no jugaba con los muñecos ni largas luchas con las escobas en el patio.
Pensar en todo esto me hace creer que en realidad todo es mi culpa, porque se que hay muchas aspectos horribles en mi personalidad. Nunca soy tan buena como aparento, siempre parece que termino decepcionando a la gente, ni soy tan callada o tan lista, o tan tranquila o normal, y soy ta estupidamente fácil de herir, tan cobarde, que escapo aunque no haya problemas literalmente. Tengo un orgullo demasiado grande, no iré detrás de nadie, aunque sea yo la que se quede sola y herida, y soy tan consciente de todo esto, pero incapaz de hacer nada, que duele...
También soy rencorosa. Lo sé porque aunque mi hermano pueda no hacer nada, yo si puedo llegar y acusarlo sin pruebas, solo porque ya lo ha hecho antes. Me importan las cosas tontas e inútiles, el orden de mis prioridades está horriblemente mal.
Sé que lo hiero, y él me hiere también. Pero es porque nos queremos y el dolor es lo que nos gobierna. Ambos tenemos actitudes horribles, él es sumamente egocéntrico y no le gusta hablar más que de sentimientos superficiales, no queremos abrirnos o no sabemos como.
Somos dos hermanos nada más, como lo son muchos otros...
Mi hermano es una de las cosas que forman el centro de corazón y mi vida, nunca he deseado no tenerlo, porque es justo como el título. Mi hermano puede tratarme bien, pero cuando menos me lo espero me apuñala por la espalda y me hiere. No necesita más que una frase o una acción.
Pero lo sigo queriendo, a pesar de todo. Soy alguien que no olvida cosas como los sentimientos. Si me hirió o me consolo, es algo que se queda aquí por siempre. Por eso nunca etiqueto a la gente, porque hace muchas cosas y yo no puedo ignorarlas. Sonreír es una acción buena, reír es una acción buena, algo de bueno ha de tener esa persona, así de simple. Pero también ha hecho algo malo, aunque esto puede ser una impresión y no sepa describirlo, pero tiene algo malo y punto.
Y como debe ser, deseo recordar lo bueno y lo malo que se disipe de mis recuerdos, pero la impresión se quede, y entonces, no puedo dejar de quererlo aunque me cause dolor.
No existe odio sin que exista el amor, porque cuando este es herido es el odio lo que sale de su interior.
Mi mamá me recordó lo cercanos que éramos, él y yo, tanto que no podía ponernos en habitaciones separados. No es como que nos negaramos, sino que simplemente terminabamos en el cuarto del otro. La mayoría de nuestra vida la hemos pasado en el mismo cuarto, tal vez cinco años separados, y eso que no han sido seguidos. La primera vez que tuvimos cuartos propios hubo veces en que mi hermano se vino a mi cuarto a dormir.
No quiero pensar que me quiere, porque eso es todavía más doloroso. Una alegría más que causa dolor...
Mi mamá me dijo muchas cosas, y algunas están incluidas en lo que ya dije, y yo quiero contarles otras tantas.
En serio jugabamos mucho juntos. Yo tenía un carrito de Barbie rojo que termino sin asientos y sin el volante, creo, totalmente vacío por dentro y con solo la estructura. No recuerdo de que tazos eran, creo que incluían pokemón y mucha lucha, y nos pusimos a jugar con ellos como si su casa fuera el auto puesto de costado, y mis Bratz o mis Barbies eran sus madres. Eso en cuartos diferentes, y cuando nos volvieron a poner en el mismo cuarto, como tenemos literas y estas estaban colocadas de manera que una estaba en horizontal y otra vertical, así que colgabamos una sábana para que se formara una montaña para el paisaje, y el con sus max steel y yo con mis bratz, que las rescataban, que luchaban, que bla bla bla. Y con mi prima también jugabamos con una casita de acampar de barbie que yo tenía, en el patio de mi abuelita a la tienda de pasteles, con un caballito de plastico como el mostrador, o en el espacio que había debajo de las escaleras, también por ahí había una mesa, así que poniamos los cojines y sabanas y creabamos el refugio de los cuatro, para escondernos cuando llegaba nuestro tío que siempre nos pegaba con su periodico.
La niñez es preciosa, por supuesto, pero todo se acabo hace años. Y cuando yo comence a cambiar antes que mi hermano eso le dolió. Lo sé. Yo ya no jugaba con los muñecos ni largas luchas con las escobas en el patio.
Pensar en todo esto me hace creer que en realidad todo es mi culpa, porque se que hay muchas aspectos horribles en mi personalidad. Nunca soy tan buena como aparento, siempre parece que termino decepcionando a la gente, ni soy tan callada o tan lista, o tan tranquila o normal, y soy ta estupidamente fácil de herir, tan cobarde, que escapo aunque no haya problemas literalmente. Tengo un orgullo demasiado grande, no iré detrás de nadie, aunque sea yo la que se quede sola y herida, y soy tan consciente de todo esto, pero incapaz de hacer nada, que duele...
También soy rencorosa. Lo sé porque aunque mi hermano pueda no hacer nada, yo si puedo llegar y acusarlo sin pruebas, solo porque ya lo ha hecho antes. Me importan las cosas tontas e inútiles, el orden de mis prioridades está horriblemente mal.
Sé que lo hiero, y él me hiere también. Pero es porque nos queremos y el dolor es lo que nos gobierna. Ambos tenemos actitudes horribles, él es sumamente egocéntrico y no le gusta hablar más que de sentimientos superficiales, no queremos abrirnos o no sabemos como.
Somos dos hermanos nada más, como lo son muchos otros...
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| Nos herimos porque nos queremos, y creo que no hay solución para algo así... pensar así, significa que no tengo voluntad para cambiarlo. |
Hoy escribí todo esto porque mi mamá me mostró que mi anterior entrada no mostraba todo lo que sentía, así que si aquello fue lo malo, esto es lo bueno, pero es sincero, todo... de Akane.
